martes, 13 de noviembre de 2012

Nos ganaron los cerrajeros.

Parece que el debate en el PSOE se centra en si la derrota de Galicia es culpa de Rubalcaba o de Pachi Vázquez, de la herencia de Zapatero o de agrupaciones que perdieron más votos que otras, y mientras discutimos si son galgos o podencos, los perros se aprestan a devorarnos.
Espero que los sucesos de estos últimos días nos hagan ver claramente donde está el problema. Lo ocurrido es solo un ejemplo que confirma la tesis que vengo manteniendo, pero es muy ilustrativo, y ojalá seamos capaces de sacar las consecuencias. Porque es la demostración clara del porqué los ciudadanos no ven en nosotros lo que por nuestras siglas, y por nuestra historia esperarían.
Me estoy refiriendo a la grave situación de miles de casos de desahucio cuya punta del iceberg son los dos muertos de los últimos días, pero que oculta miles de dramas personales y familiares de gentes que perdieron lo que fueron aportando con esfuerzo durante años, ahora no tienen nada y si un día vuelven a tener será para pagar lo que siguen debiendo. Gentes que, de otra manera, también perdieron sus vidas.
Y ¿dónde estábamos nosotros? Pues, parafraseando parcialmente a Sabino Fernández Campo, se nos esperaba pero no estábamos. No importa que ahora que gobierna el PP presentemos iniciativas o apoyemos las de los demás. No importa incluso que las llevásemos hace un año en el programa electoral. Si hubo tiempo de escribirlo en el programa, se pudo aprobar cuando gobernábamos. Al fin, en menos tiempo Merkel nos cambió la Constitución.
Pero no. Mientras, hombro con hombro con el PP como bueyes uncidos a un arado, ayudamos a los bancos a clavar un surco en nuestra Constitución y declarar desde esta que antes que las personas, están los derechos de los bancos (ni siquiera los de las empresas productivas, los de los financieros especuladores). Y mientras, comenzábamos el desbroce de nuestros derechos y libertades, hombro con hombro con el PP, al tiempo que rechazábamos las iniciativas de terceros sobre las hipotecas.
Y ahora la sociedad nos ha adelantado. No sé si por la izquierda o por arriba. Y han suplido sobradamente nuestra ausencia. Mientras nos preocupábamos de agradar a los mercados y salvar los bancos, cientos de ciudadanos primero, cientos miles después, empezaron un trabajo de hormigas, ganando pequeñas batallas, salvando unas pocas familias, hasta lograr que el tema transcendiese las fronteras nacionales y que organismos de la misma UE nos condenen.
Y lo que no fuimos capaces de cambiar en el BOE, lo está cambiando el impulso de la sociedad sin nuestra ayuda y con logros inauditos como el de que jueces, fiscales, policías y hasta cerrajeros deserten del penoso trabajo de dejar a las gentes sin hogar. Y que, ahora sí, nosotros y el PP hagamos deprisa y corriendo, y de manera vergonzante, un Decreto Ley para salir del paso.
Si no vemos que esto, y miles de cosas como esta, son las que nos hicieron perder las elecciones, es que somos un partido autista. Que nadie se engañe. Estas elecciones no nos las ganó el PP. No nos las ganó ni IU, ni Anova, ni UPyD ni la abstención, el voto en blanco y el voto sin escaños.
Estas elecciones nos las ganaron los cerrajeros.

Rafa Castillo.

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