viernes, 4 de febrero de 2022

Tamayazo II?

Hagamos política ficción. Todo empezó con un anuncio que decía, con otras palabras, “estamos en venta”. Ese era el mensaje oculto de los dos diputados de UPN cuando anunciaron urbi et orbi que estaban en contra de la Reforma Laboral, pero votarían a favor por disciplina de partido. Y contrasta la promiscuidad de sus declaraciones previas a la sesión parlamentaria con el vergonzoso y elocuente silencio en el Parlamento.

Las cuentas estaban echadas. El cambio de estos dos votos garantizaba tirar la Reforma Laboral por 174 a favor y 175 en contra. Pero no podía ponerse en peligro la operación. Y en estas tácticas tienen reconocida experiencia después de la recordada votación que frustró la elección de Rafa Simancas. Los de UPN seguían anunciando su voto favorable. De los otros, los que estaban en el ajo, mantenían cara de póker. Sabían que a la menor sospecha algún grupo de la investidura podría cambiar su voto.

Un inciso para una consideración de moral política. Los votos batasunos, golpi-independentistas de los enemigos de España no son legítimos cuando van a favor del Gobierno, pero se acogen con entusiasmo y sin rubor cuando van en contra? Y otra cuestión para la reflexión. Cómo pueden sumarse contra una Ley los votos de quienes consideran que es poco cambio y los que consideran que es mucho?

Volvamos al tema. Tan segura tenían su victoria los siameses PP-VOX, que cuando por error la Presidenta del Congreso anunció la no convalidación del Decreto Ley, estallaron en aplausos. Y aquí se esconde otra mentira. Nuestras ultraderechas, pese a lo que luego dijeron, no sabían del error de voto de su diputado cacereño. Si no, sabrían que las cuentas no les salían. Pero esto les servía para embarrar el panorama político aunque eso ponga en riesgo el propio sistema democrático. Y para ocultar la compra de votos.

Al comprobar, después de la votación, el sentido del voto de su diputado, dijeron al principio que era un error suyo. Luego alguien debió de leer el Reglamento y cambiaron la versión a un error informático. Sería posible? A salvo de la opinión más fundada de algún experto, me parece imposible.

Incluso, llegaron a decir que el diputado llegó al Congreso y no lo dejaron entrar al Hemiciclo. Sería verosímil ya que empezadas las votaciones no está permitida la entrada y salida del mismo. Pero tampoco me lo creo. Si realmente el diputado errado estaba en el Congreso o sus inmediaciones, no encontró a mano un periodista que certificara su presencia? Sí sintió perturbados sus derechos, no pudo acercarse al registro a formalizar una queja?

Sabremos pronto el precio? Atentos!

Rafa Castillo.

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