jueves, 29 de agosto de 2013

Banderas legítimas.

Es que a estos chicos no se les va la pelusilla del franquismo. Y para minimizar el impacto de las actitudes inconstitucionales y antidemocráticas de sus cachorros de las nuevas generaciones, no dudan en hacer comparaciones que ya llegan a ser odiosas. Así el portavoz adjunto del grupo popular en el Congreso, Rafael Hernando, ha dicho que tan inconstitucional es la bandera tricolor republicana como la franquista del águila. Y ha propuesto “descartar y desterrar los símbolos que atentan contra la sensibilidad de otras personas”, incluido el emblema republicano. El señor Hernando ha cuestionado que la bandera republicana sea legítima porque “habrá gente que pueda pensar que la legítima era la otra, que ha estado 40 años”, en alusión a la bandera franquista vigente durante la dictadura. Olvida el diputado popular que no se trata de una cuestión de gustos, sino de legitimidad. Y que no tiene la misma importancia la sensibilidad de quien fue represaliado por defender la legalidad vigente que la del represor. La legitimidad la define no lo que piensen unos y otros, sino la historia. Por voluntad de la Constitución (más bien de las primeras Cortes postconstitucionales) existe una bandera legal que todos conocemos y que legalmente, nos guste o no, representa al país. La bandera republicana es legítima, como cualquier bandera anterior, porque representaba legal y legítimamente al país en aquel momento histórico. La bandera franquista fue legal, por la legalidad impuesta, pero no fue legítima por que el régimen no era legítimo. Era la bandera pirata de un grupo de terroristas que secuestró al pueblo y pisoteó su voluntad por la fuerza de las armas acabando con la legalidad y legitimidad democrática existente. Por eso, señor Hernando, no puede mentirse ni confundir los términos. Que usted nos diga que “las consecuencias de la República llevaron a un millón de muertos” es indignante. La República era un sistema legal y democrático, que pudo tener problemas, como en nuestra actual democracia ha existido el terrorismo, pero que no fue la causa de ellos, sino víctima de los excesos de algunos grupos minoritarios de ciudadanos. Y después víctima del golpe de Estado. ¿O considera usted, señor Hernando, legítima la represión de los vencidos por los vencedores? Usted es un representante democrático de los ciudadanos en el Congreso de los Diputados. Pero no es demócrata, porque su pensamiento no lo es. Nos representa legalmente. Pero no es un representante legítimo. Sus ideas le privan de esa categoría. Rafa Castillo.

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