domingo, 11 de marzo de 2012

Camino del centro.

Cuando, en su segundo mandato, Aznar enseñó los dientes y su gobierno empezó a hacer políticas de extrema derecha, todos se lo achacamos a su carácter personal resentido y a la influencia de elementos como Mayor Oreja en el interior y George Bush desde fuera.
Pero muchos pensaban que eran elementos minoritarios dentro del partido popular. Creían que con Mariano Rajoy, Rodrigo Rato y especialmente Ruiz Gallardón, el PP retomaría la senda del centroderecha hacia el que siempre decían caminar, pero nunca daban llegado. Parecía que el paso que llevaban en ese viaje al centro era el conocido de Michael Jackson.
Retirados los Acebes y Zaplanas, parecía que el partido quedaba en manos de estos centristas de pro. Las muchas insidias vertidas se le achacaban a elementos aislados como Pons, Esperanza o López Pujalte. Pero era solo el doble juego habitual de los populares.
Pero ahora es Rajoy quien tiene la mayoría absoluta. Y en solo dos meses ha dejado ver lo que escondía su programa oculto. Ha superado con creces las expectativas de los más pesimistas. Hasta yo, que creía saber lo que iba a hacer, me vi superado por la realidad.
Y mientras él aplica sus deseos en la economía disfrazándolos de necesidad por la crisis, Gallardón nos entretiene, no ya con una reforma de la ley del aborto, que no me gusta pero iba en su programa, sino con unas expresiones, amplificadas luego por otros coríferos del partido que sonrojarían al mismísimo Barba Azul.
Así el PP nos muestra lo que había bajo su piel de cordero. Buitres con plumas de gaviota. Espero que los ciudadanos aprendan esta lección. El partido popular no es un partido centrado. No es un partido de centro. Ni siquiera de centroderecha. Es un partido de derecha pura y dura. Por eso aquí no aflora un Le Pen, ni saca votos Falange. Están perfectamente representados por Rajoy.
En fin. ¿Hay algún Suárez en la sala?
Rafa Castillo.

3 comentarios:

  1. El cerebro del partido popular siempre estuvo ahí, esperando su momento, los José María, Raxois, y demás, no son más que Marionetas intercambiables...

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  2. Como siempre dando en el clavo con tus comentarios

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